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Nubes desde el Espacio

The Earth is a cradle of the mind, but we cannot live forever in a cradle.
- Konstantin E. Tsiolkovsky



 

Tabla de Contenidos

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Introducción

Los astronautas del Shuttle están claramente fascinados por la vista superior de los patrones atmosféricos de la Tierra que permite observar el vuelo espacial, ya que cada una de las tripulaciones de la lanzadera espacial realiza un gran número de fotografías de las nubes. En los dos últimos añso, el interés por las nubes ha aumentado considerablemente a media que los científicos intentan comprender el calentamiento global y el efecto invernadero. Los esfuerzos para predecir los cambios climáticos asociados con el calentamiento global han centrado su atención en las propiedades de calentamiento y enfriamiento de las nubes. La imagen es compleja, involucrando mecanismos retroalimentados que compiten, y todavía hoy en día no se entiende del todo. Todas las nubes bloquean una porción de la radiación procedente del sol y absorben una parte del calor devuelto por la superficie de la Tierra. El balance entre estos dos procesos es difícil de cuantificar. Sin embargo, el pensamiento actual sugiere que las cúmulos de baja altitud (tales como los mostrados en Tormentas Eléctricas, Brasil y Vista Area de Cúmulos) tienen un efecto neto de enfriamiento sobre la superficie de la Tierra, reflejando el calor de vuelta al espacio. Por el contrario, los finos cirros, más altos, (como los mostrados en Cirros en Corrientes de Chorro y Cirros en Corrientes de Chorro, Arabia Saudí) atrapan el calor devolviéndolo a la superficie de la Tierra.

Los datos actuales sugieren que el efecto de enfriamiento debido a las grandes masas de cúmulos tormentosos que están sobre el oceano a latitudes intermedias sobrepasa el efecto de calentamiento debido a los cirros de niveles superiores cuando se consideran a escala global. A pesar de ello, existen motivos para la preocupación porque muchos modelos de calentamiento global predicen una disminución futura de las grandes masas de cúmulos tormentosos situados en latitudes intermedias. Está previsto que la cantidad de cirros de gran altitud aumente a medida que disminuyen los cúmulos. Si los cambios medioambientales y climáticos dan lugar a un nuevo clima y nuevos patrones atmosféricos que cumplan estos modelos, estos cambios por su parte acelerarán el calentamiento global.

Imágenes de Nubes desde el Espacio

Chorros de Cirros
Esta fotografía, tomada desde unos 320 kilómetros (200 millas) sobre la Tierra, muestra una banda de cirros producida por una corriente a chorro que avanza hacia el oeste y se prolonga a través del Mar Rojo desde Sudán hasta Arabia Saudí. La uniformidad de esta formación nubosa refleja el camino seguido por la corriente que se mueve de izquierda a derecha atravesando la imagen. Esta foto, realizada desde la lanzadera espacial, muestra como la banda nubosa comprende una serie de diferentes agrupaciones de nubes, espaciadas de una forma precisa. Estas se crean por los movimientos de rotación que se producen en las corrientes de aire a niveles altos. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #13-32-1099)

Línea de Chubascos en Florida
La tripulación del shuttle se aproximó a este sistema tormentoso desde su margen sur en el Golfo de México. Los márgenes están claramente definidos. Las nubes de este sistema tormentoso se elevan por encima de los 16,500 metros (55,000 pies). En abril los frentes de chubascos de este tipo esta generalmente asociados al desarrollo de tornados en los estados sureños de Estados Unidos. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #13-40-2130)

Tormentas Eléctricas, Brasil
Estos cúmulos tormentosos cerca de São Paulo, Brasil, fueron fotografiados casi desde la vertical por la tripulación del vuelo STS 41-B. Este perspectiva nos da una idea de la energía que lleva a estas columnas de nubes a traspasar la atmósfera. El escorzo producido por el ángulo de visión casi vertical disimula el hecho que las cimas nubosas que destacan en la imagen no son otra cosa que la parte superior de gigantescas nubes tormentosas que pueden elevarse hasta los 18,000 metros (60,000 pies) en los trópicos. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #11-41-2343)

Cumbres de Cúmulos
La tripulación STS 41-B tomó esta fotografía oblícua unos segundos después de realizar la anterior. Se pueden observar ahora algunas nubes tormentosas más desarrolladas en la misma tormenta Brasileña. Cuando las columnas de cúmulos ascendentes chocan con la tropopausa, base de la estratosfera, a unos 15,000 kilómetros (50,00 pies), alcanzan un techo y no pueden elevarse más alla por convección. La temperatura estable de la estratosfera impide que continue el ascenso adiabático de la humedad que ha sido conducida a través de la troposfera por un gradiente térmico de 5-6.8 grados/kilómetro (8-11 grados/milla) En lugar de eso, las nubes de hielo se extienden horizontalmente dentro de las extensas cumbres de los cirros que se ven en esta fotografía, formando la "cabeza de yunque" que podemos identificar desde el suelo. El desarrollo más fino y liviano alrededor de los bordes de algunas de las nubes es producido por glaciación - el vapor de agua contenido en la nube se convierte en hielo a grandes alturas. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #11-41-2347)

Margen Nuboso, Mar de Bering
Todo lo que se puede ver en esta fotografía es una nube que se prolonga durante varios cientos de kilómetros hasta el limbo de la Tierra, aunque nos da una gran cantidad de información sobre el agua del Mar de Bering situado debajo. La línea o margen nuboso que corre diagonalmente atravesando la imagen con una formación nubosa densa y gruesa a la derecha y unas nubes más finas y dispersas a la izquierda refleja el borde una corriente marina. Una diferencia en la temperatura del agua a un lado o a otro del borde se refleja en las formaciones nubosas que se condensan encima. Este nítido borde nuboso se prolonga unos 800-900 (500-600 millas) en esta fotografía. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #17-41-058)

Corriente Costera, Namibia
La humedad condensada procedente de las corrientes oceánicas en algunas parte del mundo da lugar a nubes que permanecen uniformemente en posición sobre la corriente durante meses de un tirón. Este ejemplo muestra nubes situadas sobre la fría corriente Benguela, que viaja hacia el norte a lo largo de la costa atlántica del sur de África. Es interesante que mientras el océano está densamente cubierto por nubes y estas se acumulan en la costa, nunca cruzan la franja costera. El desierto de Namibia, en color rosado, es uno de los lugares más secos de la Tierra, confirmando que las nubes asociadas con la corriente marina no se desvía de su camino prescrito. Es más, el desierto de Namibia es el hogar de unos inquilinos únicos - insectos con pelos en las patas especialmente adaptados para recoger la humedad del amanecer - una extraña ironía de la vida en la Tierra donde unas nubes saturads de humedad flotan tan cerca. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #25-46-076)

Bandas Nubosas Únicas, Omán
Estas tenues filas de nubes o "bandas nubosas" son reconocidas como un "hito" por las sucesivas tripulaciones del shuttle. Esta formación nubosa única cera de Omán es virtualmente constante en determinadas épocas del año. Las nubes son creadas por un pequeño vórtice en las corrientes de aire a baja altura. Hay una pequeña diferencia entre la temperatura del océano y la atmósfera aquí, pero la corriente de aire podría haber sido calentada por la corriente somalía. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #2-10-649)

Chorros de Cirros, Arabia Saudía
Esta serie de cirros es conocida como "rollog de nubes" porque son esculpidas en apretados rollos por las corrientes de aire procedentes de las corrientes a chorro situadas sobre Arabia Saudí y el Mar Rojo. La separación entre crestas de las bandas nubosas puede ser empleada para calcular la velocidad de la corriente. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #13-32-1159)

Convergencia de la Corrientes a Chorro
Esta fotografía tomada sobre Namibia revela otro efecto de las corriente a chorro. Aqui se ve como convergen dos corrientes; se han formando nubes en el pasillo que existe entre las dos corrientes. La turbulencia a lo largo de los bordes de la corriente podría explicar el aspecto cortante del contorno. El punto de convergencia de las dos corrientes de aire está precisamente localizado por esta fotografía. Las sombras marcan los bordes de las nubes contra el fondo namibio iluminado por el Sol. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #13-31-092)

Calles de Nubes, Atolón Tiladumati, Islas Maldivas
Los cúmulos pequeños forman frecuentemente en filas paralelas o "calles de nubes" si las condiciones del aire son estables. Estas calles de nubes sobre los arrecifes de las Islas Maldivas en el Océano Índico denotan la dirección predominante del viento, las calles son paralelas a la dirección del viento. El aire turbulento que es elevado por las zonas de las islas situadas a barlovento favorece la formación de nubes a favor del viento. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #13-35-1459)

Despertar de una Isla, Hawaii
La combinación de la temperatura de agua caliente y cientos de millas cuadradas de océano, sin interrupciones producidads por las masas terrestres, da lugar a la formación regular de cúmulos y estratocúmulos. En el Océano Pacífico los Vientos Alisios empujan las nubes de este a oeste a través del océano. Cuando la corriente de aire es interceptadad por una masa de tierra lo suficientemente elevada, como la Isla Bid de Hawaii, el estable patrón de nubes es interrumpido y las nubes se dividen para esquivar la isla en un gran arco produciendo el "despertar de la isla". Además de ilustrar la gracia con la que las nubes circunvalan los picos volcánicos de Hawaii, la fotografía muestra como la dirección predominante del viento establece que el norte y noreste de la isla son más húmedos que el lado occidental, que está frecuentemente bajo las nubes. Las nubes depositan la lluvia en las tierras bajas antes de dividirse y girar hacia el mar cuando encuentran las montañas Kohala y Mauna Kea con su cumbre a 4,205 metros (13,796 pies). (Cortesía LPI/NASA. Imagen #25-47-016)

Cola de Nubes, Lago Tana
Las islas o tierras altas, que se elevan por encima de sus alrededores e interrumpen las corrientes de aire, pueden producir "colas" o también como vimos antes el "despertar" de la isla. Los astronautas del shuttle han observado frecuentemente la Isla Dek en el Lago Tana de Etiopía, nacimiento del Nilo Azul, con una cola nubosa bien desarrollada. Esto ocurre cuando la masa de tierra altera las corrientes de aire, creando una turbulencia que favorece la condensación. El lago está situado a 1,800 metros (6,000 pies) sobre el nivel del mar. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #27-38-003)

Celdas Abiertas sobre el OcÉano
La formación de celdas abiertas como esta se observan con frecuencia sobre el océano. Las celdas son más densas a la izquierda de la imagen que a la derecha, lo que sugiere un calentamiento gradual en la temperatura del agua. Observando esta fotografía y estudiando el color del agua y la densidad de las nubes, un experto podría decirnos el nombre del océano que estamos viendo, la época del año y la temperatura del agua. Esta imagen fue tomada en el Océano Índico, al norte de Australia. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #11-37-1875)

Nubes Anticiclónicas
Este remolino de nubes anticiclónicas fue fotografiado por la tripulación del vuelo STS 41-B cuando sobrevolaba el hemisferio sur en el Océano Pacífico. Los vientos terrestres en el centro de este sistema ciclónico alcanzan los 80 kilómetros por hora (50 millas por hora). Las tormentas circulares en el hemisferio norte produce nubes espirales que siguen un patrón horario, mientras que en el hemisferio sur las tormentas tienen un movimiento antihorario. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #11-45-2834)

Ojo del Huracán Kamysi
Durante la Misión de Reparación del Satélite Solar Máximo, los astronautas tuvieron una excelente oportunidad de observar desde las alturas el ojo del Huracán Kamysi en el Océano Índico. Se puede ver el agua de color azul claro a través del ojo del hurarcán y la tripulación informó que podín incluso observar las olas marinas debajo de ellos. Desafortunadamente, la película de la cámara no llegó a captarlas. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #13-35-1499)

Tifón Odessa
Odessa es una de las tormentas circulares más impresionantes observadas por la tripulación del shuttle hasta la fecha y tiene un ojo definido de una forma impecable. Cuanto más definido es el ojo de un huracán más fuertes son los vientos por debajo de él. La Misión STS 51-1 llegó a ser conocida como la misión de todos los huracacnes, detectando al menos cuatro tormentas circulares alrededor del plantea. Las imágenes en directo tomadas por el Discovery del Huracán Elena en el Golfo de México fueron transmitidas directamente desde el Control de la Misión en Houston al Centro Nacional para los Huracanes en Florida para su correlación con los datos obtenidos con las satélites climáticos convencionales y los aviones de gran altura. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #27-35-077)

Ojo del Tifón Yuri
Esta espectacular fotografía, de baja oblicuidad, muestra el ojo (centro de la fotografía) en forma de cuenco del tifón Yuri en el Océano Pacífico Occidental justo al oeste de las Islas Mariana del Norte. La pared del ojo desciende casi hasta la superficie del mar, a una distancia cercana a los 45,000 pies (13,800 metros). En este caso el ojo está relleno de nubes, pero en muchos casos se puede ver la superficie del mar a través del ojo. Yuri creció hasta llegar al estado de super tifón, con vientos sostenidos que alcanzaron una velocidad estimada de 165 millas (270 kilómetros) por hora, con rachas de 200 millas (320 kilómetros) por hora. La tormenta se desplazó hacia el oeste en dirección a las Islas Filipinas antes de girar hacia el noreste en dirección al norte del Océano Pacífico, evitando de esta forma cualquier masa de tierra importante. (Cortesía NASA)

Amanecer
Las tripulaciones de la lanzadera espacial ven un amanecer o un ocaso cada 45 minutos a medida que circunvalan la Tierra a 27,300 kilóemtros (17,000 millas) por hora, cruzando la superficie a 6.4 kilómetros (4 millas) por segundo. Desde su perspectiva única pueden ver en la atmósfera bandas de color claramente definidas a medida que sale el Sol. Los cúmulos de gran altura, que sobresalen por encima de los cirros en forma de yunque pueden verse como sombras negras contra el horizonte iluminado por el Sol. El brillo de los colores de la atmósfera que se puede ver en esta fotografía tomada sobre el sur del Mar de China es debido a la concentración de polvo en la atmósfera. En las regiones ecuatoriales es posible encontrar concentraciones de polvo mayores. Existen varias fuentes para este polvo situado en la capas de la atmósfera. Muchas tormentas de arena en África, intensificadas por sequías que duran varios años, han sido las responsables de poner en el aire grandes cantidades de arena en épocas recientes. Las nubes de ceniza producidas por las grandes erupciones volcánicas pueden tener un efecto similar. En la actualidad se discute sobre los efectos medioambientales y climáticos que podría tener un "invierno nuclear" debido a la polución existente en las capas altas de la atmósfera, producida principalmente por las catastróficas erupciones volcánicas. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #14-32-014)

Borde de un Sistema Climático
La tripulación del Discovery fotografió esta peculiar banda que atraviesa las nubes de la fotografía durante varios cientos de millas. Dos sistemas climáticos se deslizan, uno al lado del otro, como si fuesen placas tectónicas en la superficie de la Tierra. El que está en la parte superior de la fotografía (norte geográfico) se desplaza hacia la derecha curvándose ligeramente hacia el norte, mientras que el sistema inferior se desplaza hacia el oeste y se curva ligeramente hacia el sur en conjunción con un ciclón situado a varias cientos de millas de distancia. Los anillos en miniatura de agua fría situados en los flecos de los sistemas indican que por debajo de la abertura en las nubes corre un canal de agua más fría y esto se refleja encima donde el aire más frío corre entre las dos masas de nubes. (Cortesía LPI/NASA. Imagen #25-31-011)

Agradecimientos

Este material ha sido resumido a partir del conjunto de diapositivas:

Jones, Pat. Vistas de la Tierra desde el Shuttle - Nubes desde el Espacio.
Centro de la Imagen Planetaria/Instituto Planetario y Lunar.

 

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Autor: Calvin J. Hamilton © 1997-2000
Traducido al Español por: Antonio Bello
Reservados todos los derechos